Seguro de comunidades

En Segurmundo conocemos la importancia de proteger los edificios de viviendas. Por eso, los seguros de comunidades deben cubrir ante cualquier riesgo que se presente. Resguardar las necesidades de los edificios, así como de sus habitantes y evitar conflictos entre los propietarios, son algunas ventajas de estas pólizas.

¿Qué es el seguro de la comunidad?

 

El seguro de comunidad está dirigido a proteger las zonas comunes en las comunidades de viviendas, así como los elementos que se encuentran en estas ante los riesgos y daños que se puedan presentar.

 

Este tipo de seguros se aplica a edificios de viviendas, pero también a otros tipos de comunidades de vecinos. Tener un seguro de comunidades de propietarios tiene la ventaja de que se puede atender cualquier emergencia de manera urgente; por ejemplo, si ocurren actos vandálicos, robos, explosiones o daños en las zonas comunes.

 

Los seguros de comunidad se adaptan a las necesidades de cada edificio. Además, puede evitar conflictos entre los propietarios gracias a que no tendrán que aportar dinero para atender las consecuencias de los siniestros porque el seguro se hará cargo.

La protección que brinda el seguro dependerá del tipo de cobertura que se escoja. Sin embargo, diferenciamos entre la protección del contenido y el continente. Este último incluye elementos estructurales e instalaciones.

 

El contenido se refiere a los muebles y objetos de las zonas comunes.

 

También existe la cobertura por responsabilidad civil que protege en caso de daños a terceros.

Por otra parte, hay que entender que el seguro de comunidades es distinto al seguro de hogar. Este último protege a cada propietario de manera individual. Sin embargo, ambos pueden ser complementarios.

Las coberturas principales que se pueden contratar en un seguro de comunidades son:

 

  • Responsabilidad civil inmobiliaria: cubre en caso de reclamaciones por daños a terceros.
  • Responsabilidad civil patronal: su propósito es proteger a los empleados de la comunidad ante invalidez o fallecimiento durante su trabajo.
  • Daños por incendios: protege en caso de incendios, explosiones y caídas de rayos.
  • Defensa jurídica: esta cobertura ofrece defensa jurídica y asistencia en caso de reclamos por daños y perjuicios. Asimismo, incluye reclamos por impago de las cuotas comunitarias.
  • Robo: ofrece cobertura en caso de robo de bienes en las zonas comunes y los daños que estos puedan causar.
  • Daños por agua: incluye indemnización en casos de inundaciones por fugas en las instalaciones, roturas o filtraciones.
  • Daños eléctricos: protege por los daños que ocurran en las instalaciones debido a subidas de tensión y cortocircuitos.
  • Atascos en conducciones comunitarias: cubre los gastos en los que se incurra para desatascar las tuberías comunitarias.
  • Vehículos en garaje: cubre los daños por incendio, explosiones o rayones a vehículos que se encuentren en el garaje.

 

Hay comunidades en las que es obligatorio contratar el seguro de responsabilidad civil comunitaria. De esta manera, quedan protegidos en casos de daños a terceros provocados por elementos comunes.

 

También es posible que las comunidades autónomas exijan el seguro contra incendios en las comunidades.

 

Aunque no sea obligatorio contratar estas pólizas en tu región, es conveniente que se haga, ya que si ocurre algún siniestro los habitantes y la comunidad están protegidos. De lo contrario, las indemnizaciones por los daños serán responsabilidad de los vecinos.

Es importante conocer que las compañías aseguradoras tienen ciertas exclusiones sobre los daños que cubren sus pólizas. Cada una tiene reglas específicas al respecto, pero -por lo general- no se hacen cargo si se han provocado daños de forma intencional.

 

Tampoco en casos de que la falta de mantenimiento haya provocado el siniestro o que estas intervenciones hayan sido deficientes.

 

Cuando hay defectos de construcción también es probable que las aseguradoras no se hagan cargo.